Dic 072017
 

¿Hasta qué punto vivimos en una democracia avanzada? ¿Qué tipo de democracia podemos plantearnos en el siglo XXI? Si nos planteamos que el ser humano es, entre otras cosas, un ser que decide y nadie cuestiona el derecho a decidir, individual y colectivamente, podemos plantearnos el qué, el quiénes y el cómo se decide.

Si profundizamos en este tema es porque, si la violencia es imposición de unos seres humanos por otros, la paz y la noviolencia dependerán de lo que evolucionemos hacia la democracia real y la inteligencia colectiva.

La vigente Constitución, que ayer cumplió 39 años, proclama en su preámbulo la voluntad de los españoles de establecer una sociedad democrática avanzada. Como sabemos, la Constitución fue votada en un referéndum sí/no hace ya casi 40 años. La mayoría de los españoles que la votó ya no están entre nosotros. Sin embargo, citemos de pasada el conflicto catalán, hoy todo el mundo se abandera en la democracia, pero ¿cómo de avanzada es nuestra democracia actual? ¿qué niveles podemos exigirle a la democracia en pleno S.XXI? 

Las nuevas tecnologías están cada vez más presentes en todas las áreas de la sociedad. Nos comunicamos con familia, amigos y conocidos por móviles, (email, whatsapp, facebook, twitter, skype…) en nuestras compras usamos una extensa red de cajeros automáticos. Parkings, oficinas de información, servicios técnicos, etc. Podemos hacer compras y contratar viajes por internet, elegir nuestro asiento en el cine, en el avión, e incluso sellar el paro o pagar multas remotamente. Comprar algo por internet a Honk Kong y tenerlo en 2 días. Lo último son sistemas para controlar y facilitar el tráfico e incluso “prever” dónde se dan o pueden darse los atascos… Vivimos en la sociedad de la información y el conocimiento donde el big data y el machine learningpermean muchas áreas de nuestra vida social, pero cuando vamos al campo de la decisión política parece que viajamos en el tiempo y retrocedemos hasta el siglo XIX … 4 años de plazo para votar, papeletas de papel, ausencia de participación … Y no se ve una voluntad política para cambiar este estado de cosas con cuatro falsedades que se repiten hasta la saciedad: que no estamos preparados, que no es seguro, que es caro, que si la brecha digital…

Obviamente que la democracia digital puramente online tiene sus problemas propios (por cierto perfectamente estudiados) ligados sobre todo a la seguridad: Si el  voto no es secreto tenemos la posible coerción o compra… y si es secreto, la necesidad de cierta transparencia y verificabilidad individual y global de la votación.

Desde un punto de vista informático podemos pensar en la cantidad de información que va desde el ciudadano de a pie hacia “el poder”. Un simple voto si/no cada 40 (ó 4) años supone un transvase de información del orden de un nanobit/sg mientras que para hacer la declaración anual de la renta, por poner un ejemplo, el intercambio es mucho mayor, o que decir de la bolsa donde es continuo, diario y afecta a nuestras vidas. Es posible añadir profundidad y detalle al acto de votar, continuidad en el tiempo, ciclo, síntesis, etc…

Si hablamos del problema catalán nos sorprende que la medida más avanzada que nuestros políticos pueden proponer es un referéndum pactado sí/no (recientemente se ha avanzado hacia una tercera opción; solo un bit más). ¿Realmente pensamos que una votación sí/no, cualquiera que sea el resultado, es una manera de lograr un consenso social?

Y bien, ¿de qué democracia podríamos hablar entonces? Proponemos seguidamente lo que podría ser realmente una democracia avanzada en el siglo XXI:

  • La democracia que viene no es monolítica, no se limita a opciones de todo o nada sino que se involucra, si es posible, y de manera coherente y estructurada, en los matices y en el articulado de las leyes.
  • La democracia que viene no es periódica sino continua y permanente, no es un juramento de por vida, no abre ínfimas ventanas temporales sino que aspira a aplicarse el máximo de tiempo posible y a ser no la excepción, sino la regla.
  • La democracia que viene no es intermediada ni delegada sino que permite, siempre que el pueblo lo requiera y lo decida, expresarse de una manera directa. En el mismo sentido, si hoy puede hacerse ¿Por qué no votar las leyes en vez de los partidos?
  • La democracia que viene no requiere una centralidad, no necesitará tanto de la figura de árbitros o moderadores, sino que, respetando la coherencia y estructura con el resto de las decisiones, podrá evolucionar hacia la autogestión y las autoconsultas.
  • La democracia que viene no es fija, plana cerrada e irreversible, sino que permite la evolución, opciones abiertas, la liquidez, la revocación y el cambio de opción y atiende a la necesidad y a la afectación como componentes del poder de decisión.
  • La democracia que viene aunque usa el voto como herramienta no actúa como el rodillo de las mayorías, sino que aspira al consenso y a la superación de las antinomias en propuestas que superen el enfrentamiento.
  • La democracia que viene no se basa solo en votar, sino que propicia espacios de participación y deliberación imbricados con la decisión aspirando a una inteligencia colectiva basada en las tres ‘ces’: cooperación, coordinación y conocimiento.
  • La democracia que viene no tiene límites, o espacios vedados ni círculos subordinados a otros, sino que es horizontal con el único marco, avanzando en la idea de consenso. del respeto a los derechos humanos, la noviolencia contra otros seres humanos y con la mira puesta en su aplicación universal.

Pues hoy hay medios suficientes para reformar las decisiones políticas hacia la democracia directa, líquida, participativa, deliberativa y al nivel técnico acorde con la sociedad actual, pero permanecemos encerrados en la democracia mentirosa del XIX (Recomendación de video aplicado a USA:  https://www.youtube.com/watch?v=PJy8vTu66tE (tiene subtítulos))

Quizás todo este listado no sea más que un bonito y utópico cuento de hadas, pero quizás lo utópico es sostener que lo hoy tenemos es democracia real y que así se van a resolver la violencia y los conflictos. Lo profundamente democrático es quizás allanar el camino a la democracia que viene, y llega el momento en que tenemos que pensar que el consenso social y la inteligencia colectiva no son sólo una utopía sino una cuestión de supervivencia para el futuro para la humanidad.

Da pena ver que Podemos que debiera ser abanderado de dicho avance democrático (pues  supuestamente recogió al menos temporalmente y de postura la influencia en ideas y en proceso de 15M) aplique criterios de dudosa democracia (véase si no desBorda) en sus asuntos internos y quede como otra fuerza más de bandos en liza en la obra de teatro. La ventana de oportunidad parece estar cerrándose…  y nadie habla de estas cosas en el Parlamento ¿Dónde quedo la reforma electorial? ¿Dónde la democracia 4.0? ¿Donde la reforma constitucional y el proceso constituyente? Amig@s, me temo que hemos vuelto a los debates chatos y de facciones de antes de 15M donde un referéndum pactado hasta parece un avance. (Cosa más alejada de un consenso social y la inteligencia colectiva, según podemos ver más arriba)

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