El 15 de Mayo de 2011 se produjeron hechos importantes en este país que hicieron que muchos soñásemos con un cambio y que volviéramos a interesarnos en actividades y luchas políticas. Pero no creo que exagero si califico el fenómeno como algo “psicosocial”, dado que sus implicaciones no eran solamente políticas sino que iban un poco más allá, hacia un cambio de paradigma social. “Dormíamos, despertamos”
Sin embargo, al no definirse y concretarse ese nuevo paradigma a su vez no creó barreras o acotaciones de su pensamiento. En los primeros meses sólo se llegaron a concretar cuatro reivindicaciones en el llamado “consenso de mínimos” (Reforma electoral y participación ciudadana, transparencia y no corrupción, separación de poderes y mecanismos de control ciudadano de la responsabilidad política) (ver aquí). Es curioso ver que en esas cuatro propuestas lo que prima es la mejora de sistema democrático (o “regeneración democrática”) hacia una democracia real (“Le llaman democracia y no lo es”, “No nos representan”) y no se incluyeron medidas de corte económico aunque de fondo parecía haber indignación también por el pisoteo de derechos y la situación de crisis continuada (“No somos mercancía en manos de políticos y banqueros”, “No es una crisis, es una estafa”) puesta de manifiesto tras la llamada “crisis” de 2008. Continue reading »